Author / andyfauni
Push the button (como aniquilar a un anti-ecologista)

Burgués, tu pesadilla es mi sueño
En dos días me devoré “Amor y Anarquía” una especie de biografía sobre Maria Soledad Rosas escrita por Martín Caparros en el intento de los padres de ella, por saber qué ocurrió en la vida de ese “ángel” que viajó a Europa como turista y se convirtió en bandera de movimientos anarquistas y squatter.
Soledad era descendiente de Juan Manuel de Rosas pero llevaba sangre mestiza en sus venas, era la clásica chica de clase media alta instruida en las mejores instituciones. Aprendió inglés, pasó por la facultad de psicología, educación física y hotelería. Siempre fue la sombra de su hermana y nunca parecía encontrar su lugar en el mundo. Era inconformista, insegura y crítica de la sociedad en la que vivía, pero seguía adelante-como podía y como la dejaban-. Empezó a romper el cascarón escuchando a Earth Crisis, leyendo sobre G.A.P.L.A.H. (Grupo Autogestionario por la Liberación Animal y Humana), conociendo el vegetarianismo y asistiendo a marchas Anti-McDonalds.
Cuenta Caparros, en un párrafo cercano al pasado de varios:
“Soledad había empezado a leer un poco más, a interesarse por algunas cosas nuevas. Descubría el placer de ciertos descubrimientos, encontraba razones con las que podía estar de acuerdo. Y poco a poco se fue haciendo más radical: al cabo de un tiempo ya propagandizaba las bondades de la comida vegetal ante cualquier público presente. Algunos domingos el asado familiar en Villa Rosa se convertía en un motivo de conflicto”.
“Es de locos: todo un océano de distancia y llegué al lugar indicado. Pensar que el mundo es tan grande, pero hay un lugar para cada uno, y yo creo que encontré el que me corresponde”.
De anti-sistema a “subversivos” y de naturistas a “eco-terroristas”
Después de un tiempo viviendo en el Asilo, Soledad okupó la morgue del manicomio Collegno un lugar que por su historia nadie quería. “Era una especie de chalet pesado y cuadrado de dos pisos, cien años, no muy grande: tres habitaciones en el primer piso y, en la planta baja, la gran cocina y una sala grande y levemente siniestra: la sala de los muertos”.En Turín, como en toda Europa, son muchas las casas, fábricas, iglesias y dependencias abandonadas del Estado tomadas. El movimiento okupa es mucho más politizado y las casas son lugares de “irradiación de una cultura y una política antagonista, una forma de plantar en medio de la ciudad enemiga un campo de batalla.” Así lo entendía la policía.
Allí se mudó primero con Francesca y después se sumaron Silvano y Edoardo, ambos anarquistas. Edo la acercó al veganismo y le enseñó los beneficios de la urinoterapia y el yoga. Practicaban jornadas de silencio, vivían sin ley, por fuera del sistema y regidos por lo que definían como la “bella vitta”.
“Ahora estoy en mi cuarto de la casa donde vivo hace más de un mes. Es una casa ocupada, por lo que para mí es un poco riesgoso porque soy ilegal y acá de vez en cuando viene la yuta. Pero no pasa nada. En esta movida de los squatter (casas ocupadas) hay una consigna importante además de la revolución y la A y todo eso, que es vivir bien sin dinero. Esto se llama ‘Bella Vita. (…) Lo que me piacce de piú es ir al supermarket. Compro leche y pan y todo lo otro me lo robo. Una vez me agarraron. Vení. Yo no sé si vuelvo a Buenos Aires”.
Sin saberlo, pero con la sospecha de Silvano, los tres eran perseguidos minuciosamente por la policía italiana. En ellos se invirtieron micrófonos en los autos, GPS, autos de seguimiento, micrófonos satelitales capaces de grabar sus conversaciones, vigías con videos frente a la puerta. A partir de ese momento, el idealismo, la autogestión y antagonismo se mezclan con factores como el miedo, el fascismo, la ignorancia y la incompetencia y su historia pasa a convertirse en un relato policial con grabaciones clandestinas y con el registro de sus idas y venidas por Turín. Como sugiere Caparros: “las fuerzas del orden debían estar muy aburridas o muy desesperadas: habían dispuesto para esas persecuciones medios que los muchachos seguramente no se merecían”.
Finalmente el 5 de Marzo de 1998, la casa Collegno fue invadida por una docena de agentes que incautaron volantes, botellas molotov- que los okupas solían tener para resistir los desalojos- , un tubo de silicona, una impresora, una bengala y algunos libros. Soledad, Edoardo y Silvano fueron detenidos y acusados de subversión al orden democrático, eco-terrorismo y formación de grupo armado. Entre otras cosas, se los acusaba de tres atentados contra los trenes de alta velocidad en el Valle de Susa en el año ´97 (época en que Soledad aún vivía en Buenos Aires).
“¿Escucharon de qué nos acusan? Yo no entiendo cómo es posible que por un taladro y unos tubos digan que somos ladrones, cuando ellos roban con corbata y guantes blancos. No entiendo cómo estamos acusados de banda armada, cuando son otros los que andan con pistolas y tienen licencia para matar, pero ellos lo hacen por ‘el orden de la sociedad’. Ví una cosa que dice que somos terroristas, me parece que se equivocan. Aquí somos amantes de la libertad y luchamos por ella”.
Imposible no asociarlo al reciente y vergonzoso caso bombas, con un desarrollo que parece sacado del guión más burdo.
Los medios de comunicación y el Estado, transformaron la historia en una versión contemporánea de Bonnie & Clyde con intención de disuadir la forma de vida de los tres detenidos y sus ideologías transmitiendo un claro mensaje que explica años después el fiscal del caso:
“Nosotros nunca pensamos que estos tres pudieran poner en peligro al Estado, porque el Estado tiene miles de personas armadas, dotaciones, aviones, todo, y estos tres no lo podían poner en crisis. Pero la vida que llevaban, la forma en que actuaban podía ser un ejemplo de rechazo del sistema que podía resultar contagioso. Como quien dice ‘no nos asustaban, pero eran un ejemplo pésimo para la gente normal’; esa era la ‘peligrosidad social’ de la que tanto hablaban. El ejemplo de quien consigue vivir sin inclinar la cabeza ante ellos, y que muestra que eso es posible, practicable, que se pueden crear agujeros que incluso pueden agrandarse, si todo va bien, y que todo eso no es absurdo, que no es utópico. Eso era lo que no soportaban”.
El final ya muchos lo conocen. Edoardo se ahorcó en prisión (ya había estado detenido antes y juró que nunca más volvería a estarlo), hecho del que Soledad jamás se recuperó. Tiempo después, mientras cumplia arresto domiciliario -en espera por el juicio oral- también se quitó la vida. Silvano en cambio cumplió tres años de condena pero aún en libertad sigue siendo blanco de la policía italiana.
Las Burka Babes
Frente a los reproches, De Wit aclara que Burka Babes, intenta sacar lo mejor de esta situación sin caer en críticas a la política y a la cultura de los países árabes pero sí a la falta de identidad de esas mujeres sin rostro.
“No creo que las tiras tengan un mensaje y además, no soy un dibujante político. ‘The Burka Babes’ retrata a musulmanas con burka que hablan de las cosas de las que hablan el resto de mujeres como el sexo, los hombres, la moda, la crianza de los niños…. Ellas tienen opiniones fuertes sobre la prisión en la que viven: el burka y la religión, una invención de los hombres”
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– Are you forward to spring as much as I am? / – I don´t know. I d´have to ask my husband first. |
¡Mark Zuckerberg paga lo que debes!
La Unión -que supera los mil quinientos miembros- pretende convertirse en un movimiento más que en una campaña de fuerza porque claro, ninguno se anima a armar una barricada con consignas como “Reduzcamos la jornada laboral” o “Paro de 24hs” que aplicado a Facebook sería el equivalente a armar esos grupos extintos que proponían cerrar tu cuenta por un día.
“Puede ser una cantidad chica, pero llega a ser muy alta cuando se multiplica por quinientos millones. Es por eso que pienso que los usuarios debemos tener voz y voto respecto de la forma en que distribuyen las ganancias. Tendríamos que poder donar parte de esa suma anual a buenas causas.”
Un iluso este Buchanan, primero pretende que Mark Zuckerberg nos pague (“sería maravilloso que Facebook comprara el contenido de los usuarios. Eso es lo que exige la Unión”) y después que compartamos ganancias (“pero el dinero iría a una buena causa en lugar de al usuario. Es una forma benévola de compartir ganancias”).
The XX gana el Mercury Price
Harmony Korine traslada su universo trash a la moda
De relato y estética trash distintiva, Harmony Korine se carateriza por explorar a la peor escoria de la sociedad norteamericana con personajes oscuros e historias polémicas como Kids.
Algunos de sus tantos admiradores, los creadores de la firma Proenza Schouler estaban deseosos de trabajar con Korine y trasladar ese universo a su propia colección. El resultado: “Act Da Fool”. Cortometraje filmado en el vecindario de Korine y que narra la historia de cinco “chicas que duermen en coches abandonados y pintan grafittis en las paredes; acerca de las cosas fantásticas de la vida, estrellas en el cielo y litros de licor de malta”.
Según cuenta Korine, el corto está inspirado en la vida de las mismas protagonistas (conocidas suyas de sus años escolares) con un pasado bien trash en el que formaban parte de una pandilla de delincuentes pirómanas muy “hardcore” y que dormían en una casita en el árbol. Obviamente él las amaba.
Cine: Remakes fail
Let Me In (2010, Matt Reves)
Låt den rätte komma in (2008, Tomas Alfredson)
Active Child – Curtis Lane (2010)
Entre tanto disco, muchas veces me termino dejando llevar por la primera impresión, es decir, por el arte de tapa. La imagen en cuestión, no sólo me intrigó sino que además me recordó mi pasado fanzinero y cuando en más de una oportunidad recurri a viejas fotografias familiares para ilustrar mis modestas fotocopias.
Y la verdad es que no me equivoqué, ni con bajar el disco, ni con esa relación autoreferente. Porque Pat Grossi, Active Child, rememora y de cierta forma se reconcilia con su pasado através de esa fotografía, que recuerda su infancia en New Jersey junto a sus dos hermanos, en una tarde de Halloween. Ahi, en la calle Curtis Lane que además le da nombre a su EP debut.
El niño de la máscara de Chewaka, es quien da voz a Active Child, es el de la voz angelical que escuchamos a lo largo de seis canciones, con sintetizadores, arpas y falsettos que lo siguen apesar de ya no formar parte del coro de niños de Philadelphia. Es el que escribe canciones sobre sus hermanos, la familia, el amor y las rupturas. El que recuerda a Bon Iver, a Antony and the Johnsons pero también a Joy Division.
Curtis Lane es candidato seguro a figurar entre lo mejor del 2010.
/Favs / I´m in your church at night – Weight of the world – When your love is safe.
New Fav: Lemonade
Otra de las razones (2) por las que me cae simpático Lemonade es esa mezcla de ironía, acidez y desfachatez que recuerdan a The Tough Alliance. Producto de tanto extasis o por simple lime natural, el trío suele lanzar dardos a cualquiera, como cuando dijeron haberse mudado a Nueva York porque si a los Strokes les había ido bien, ¿por qué a ellos no?. Tampoco tienen drama en cuestionar bandas hypeadas por NME como Waaves ni aclarar que les rompe las pelotas que por su fama de raveros se los relacione con la “mierda” del New Rave o con cualquier cosa que se le parezca, como esos “indies vestidos de fosforito” (Klaxons). Sus fiestas en cambio, diferencian ellos, son para ponerte arriba, para que te sueltes de verdad y no precisamente para figurar y “salir en un puto photoblog”.
Y qué mejor lugar en el mundo para enfiestarse que Brasil, hacía donde se dirigen ahora mismo, invitados por la banda paulistana Holger. Lemonade estará por más de quince días en un tour que los llevará por varios festivales y fiestas de renombre como la inigualable Dancing Cheetah. La banda, además de declararse amante del país, confiesa que varias de sus canciones han sido inspiradas por la música brasilera y esperan componer varias más in situ.
Les recomiendo hacerse de la discografía de estos niños fiesteros mientras nuestros vecinos bailan, gozan y entran en trance con bananas y éxtasis (razón 3: vease el link del myspace).
Acá un remixtape disponible.