Giuseppe Tomasi di Lampedusa fue un hombre culto, criado en un círculo aristocrático rodeado de una belleza y opulencia digna de la realeza. Y es que su bisabuelo, Giulio Fabrizio fue el Príncipe de Lampedusa, sobre él y la época en que vivía se inspira este clásico de la literatura contemporánea.
A pesar de confiar plenamente en su obra, El Gatopardo fue rechazada en dos oportunidades por las editoriales Einaudi y Mondadori. En una carta escrita a su gran amigo Enrico Merlo, Barón de Tagliavia, Tomasi di Lampedusa declara: “todos los datos son reales”. “Cada palabra ha sido pensada y muchas cosas no están dichas claramente, sino solo sugeridas”.
“Creo que el conjunto no está exento de cierta poesía melancólica”
Giuseppe Tomasi Di Lampedusa
Al poco tiempo le fue diagnosticado un tumor pulmonar, falleciendo en 1957 y dejando una serie de cartas con indicaciones sobre cómo proceder con el manuscrito e insistiendo en su publicación. Un año después de su muerte la novela fue publicada por la editorial Feltrinelli, en 1959 obtuvo el Premio Strega, el más importante de la narrativa italiana y se convirtió en una de las grandes obras de la literatura universal.
Un retrato de época
En la novela el protagonista es el Principie Fabrizio de Salina, quien inspirado en el bisabuelo del autor, da voz a una clase social en plena decadencia, que vive inserta en un mundo onírico e irreal. Es él quien reflexiona sobre el momento histórico de la Sicilia de 1860: el arribo y posterior conquista de Garibaldi, la caída de la monarquía y la anexión del reino de las Dos Sicilias, al reino de Cerdeña (paso previo a la creación del reino de Italia).
Es un retrato lúcido e inteligente sobre el cambio de los tiempos, escrito de forma brillante e incisiva sobre el mundo perdido de la aristocracia reemplazada por el burgués, que se acomoda a los cambios y sigue disfrutando de la vida de privilegios.
Sobre este nuevo panorama político, Pirrone, el cura de la familia, comenta:
“Vosotros los señores, os ponéis de acuerdo con los liberales; ¿qué digo?, con los masones y a expensas de nosotros, a expensas de la iglesia! Porque está claro que nuestros bienes, que son el patrimonio de los pobres, nos serán arrebatados y luego serán repartidos de cualquier manera entre los cabecillas más deshonestos. ¿Y después quién le matará el hambre a la multitud de infelices que hasta el día de hoy la iglesia alimenta y encauza?”.
Serán tiempos en los que ni el apellido tendrá peso o valor alguno, reflexiona el Principe de Salina:
«Ahora que el nombre ya no contaría, haría falta mucho dinero: para comprar votos, para hacer favores a los electores y para llevar un tren de vida deslumbrante”.
Principie Frabizio de Salina
El Gatopardo es de esos pocos casos en los que la elegancia y erudición no se leen como soberbia, sino todo lo contrario, Lampedusa tiene el don de darle un enorme espacio y profundidad a reflexiones filosóficas, históricas y estructurales, todo descrito con un humor muy inteligente y particular de quien fue parte de lo contado.
Sin duda es una novela super recomendada, sobre todo para quienes les gusta la pluma de alta calidad y sumergirse en un círculo, y época, tan lejano al nuestro. Sí es cierto que no es un libro fácil de leer, hay que darse el tiempo de encontrarle el tono y estilo del autor, pero una vez que lo logras, disfrutas cada párrafo.
El Gatopardo
Editorial Anagrama
328 páginas
Deja una respuesta