Cromañon

El año pasado, el 31 de Diciembre, estábamos en plena mudanza. Me había levantado temprano con la ansiedad de estar YA en el departamento e irme de una vez de aquella casa en la que había estado demasiado tiempo.

Sólo tenía el televisor de compañía, a la espera de que llegaran las últimas cosas con el camión de la mudanza… así, en la espera me  enteré sobre la tragedia de Cromañon. A pesar de no ser el tipo de música que escucho, la noticia me impactó de sobremanera ya que inmediatamente uno hace la asociación Chabán-Cemento, lugar que solía frecuentar durante la época dorada del «nuevo rock Argentino» con bandas como Babasónicos, Los Brujos, Massacre,  incluso Fun People. 

Todo ese día, fueras donde fueras, Cromañon era el único tema del que se hablaba. En el flete, en el restaurante, en la estación de servicio. Pero con la mudanza no tuvimos tiempo para «mimetizarnos» y recién al día siguiente tomamos conciencia de lo que había pasado realmente.

La mudanza

En dos viajes trajimos todo, y en varias subidas y bajadas de escalera, tipo 9 de la noche, ya habíamos terminado. A esa hora, sin nada en la heladera, había que buscar algo para celebrar año nuevo, vida nueva(?).

Sin conocer aún el barrio, en busca de un supermercado o una casa de comidas, salimos con mi hermano a recorrer algunas cuadras. Nada.

Improvisamos unas ensaladas, bebida y helado, sentados en el piso entre cajas. Y la verdad es que apenas comimos porque estábamos ¡muertos! Esperamos a que dieran las 12, nos dimos el abrazo y a dormir.

¿Mañana?… Celebrar, tomar todo lo que no se tomó el 31 del año pasado.

Que sea un gran año para todos.

Nos vemos.